-Existencia de la phisis: fuerza vital y de autoregulación del organismo, también denominada "mecanismos de homeostasis", o popularmente, "médico interno".
-Los síntomas como esfuerzo del organismo por establecer de nuevo el equilibrio perdido y recuperar la salud.
-La labor del médico o terapeuta no ha de ser siempre intervencionista. En muchas ocasiones ha de ser un simple espectador.
-La salud orgánica como equilibrio entre entradas y salidas del organismo. La vida es un doble proceso de nutrición y eliminación que se realiza simultáneamente por el sistema digestivo, respiratorio, piel y riñones.
-La enfermedad es un proceso, más que un estado, y su aparición no es un comienzo, sino el final de una desviación patológica de lenta y de larga duración.
-"Primum non nocere". prioridad de los tratamientos no agresivos.
-Los agentes que nos dieron la vida y nos la mantienen son los que mejor nos pueden ayudar en la curación.
-Clasificación básica de las enfermedades en agudas, crónicas, degenerativas y congénitas, como expresión de la evolución de la enfermedad. Las patologías agudas se interpreten como procesos fisiológicos curativos en los que el organismo está respondiendo a la agresión; las crónicas aparecen cuando un proceso agudo ha estado insuficientemente resuelto, y su tratamiento pasa por la agudización; en las enfermedades degenerativas hay daño en los mecanismos de homeostasis o autorregulación, y la curación es ya muy difícil, mientras que en las congénitas la alteración es ya incurable.
-Interpretación positiva de las reacciones del organismo como agudización de problemas crónicos o crisis curativas, que nos ayudan a no interrumpir procesos curativos que surgen durante el tratamiento.
-La enfermedad como estímulo de cambio: esfuerzo de la naturaleza para suprimir las causas de la enfermedad y oportunidad de replantearse la actividad y actitud vital.
-Visión global del paciente como persona que sufre y necesita ayuda, y que tiene un cuerpo, una mente y un espíritu con necesidades físicas, psíquicas, sociales y espirituales a las que tenemos que atender. Se entiende la enfermedad como un proceso general, y el tratamiento se dirige hacia el organismo como unidad.
-Individualización del tratamiento.
-Importancia de la prevención. No es combatiendo la enfermedad, sino creando salud como cumplen las personas sus fines biológicos de evolución.
Por ejemplo, una persona con tendencia a tener altos niveles de colesterol, bien por no llevar una dieta adecuada, bien por culpa de un factor genético que haga que su hígado produzca más de lo necesario, deberá prevenir un problema cardíaco llevando una dieta baja en grasas saturadas y utilizando algún suplemento dietético natural que actúe sobre ese exceso de producción. Es el caso de FLORASE COLESTEROLO, un complemento a base de monacolina K procedente de la levadura roja de arroz, que contribuye a mantener los niveles normales de colesterol en sangre.
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